miércoles, 25 de abril de 2012

Estudio Bíblico: Libro de los Hechos de los Apóstoles Capitulo 8


Sobre el capítulo 8 quiero que tengas en cuenta estos elementos:
·         Siempre he tratado de que entiendan la condición nueva que han adquirido con pertenecer al discipulado. Hay cosas que no se le pueden permitir a un discípulo. El versículo 1 hace esa aclaración: “todos, menos los apóstoles” Hay que aprender a hacer cosas que nos diferencien de los demás. No teman de ser diferentes a los otros, porque ustedes podrán hacer cosas diferentes que los otros no hacen, recuerden que dice que Felipe hacía señales milagrosas y con ellas acuñaba la predicación que hacía de Jesucristo. El Señor n te está pidiendo que te vayas con una biblia a hablarle a otros de la palabra (Y no es que esto esté mal hacerlo), sino que eso no te hace mejor. Haz cosas nuevas y buenas en tu vida y que eso sea tu mejor testimonio, para que otros vean que has cambiado de vida y cuando te pregunten: ¿qué te pasó, qué hiciste, a dónde vas?; ahí si empiezas a hablar de él. Ese es el testimonio real, aquel que has primero experimentado en tu vida. Y aún mayor: podrás hacer señales milagrosas por ti y por los tuyos.
·         Quiero que prestes atención a las dos historias que se narran en el capítulo y que tienen como intensión presentarte las ofertas que el mundo y los suyos te pueden presentar. De un lado está Simón, el mago, llamado así por la práctica de la brujería que hacía. Hay quienes creerán que tú tienes poderes para hacer que pasen cosas raras o extrañas. Habrá quienes intenten colocar el poder de Dios manifestado en ti, al mismo nivel de quienes adivinan, leen suertes o usan riegos y brebajes solo para cambiar su suerte, pero que en nada quieren cambiar ellos mismos. Cuídate de esas intensiones en quienes se acerquen a buscar tu oración y tu intercesión.
Y de otro lado está el funcionario etíope (nótese la diferencia: Simón, el mago, estaba ahí, en el pueblo, entre la gente; a este funcionario etíope Dios le envío a Felipe = Pídele al Señor que te envíe a las personas que él quiere ministrar a través de ti) Este funcionario tenía “deseo” de Dios, que se manifestaba en que estaba queriendo saber de él. ¿Cómo lo sé? Porque leía la escritura. Entiendes por qué te he pedido que leas las escrituras, porque así le demuestras a Dios que tienes interés y deseo de él y él te enviará su ayuda oportuna.
La historia de este hombre es muy distinta a la de Simón, pues este hombre termina con el bautismo y la unción del Espíritu en su vida, en cambio Simón terminó con una sentencia hecha por Pedro en la cual si no cambiaba su vida y su actitud, moriría. Y eso que ya estaba bautizado cuando cometió el pecado de tentar a los Apóstoles y a Dios, por eso no te asustes cuando tengas que ver que hay gente que parece estar comprometida con la causa del evangelio o estar caminando los caminos del Señor y que caen con la facilidad que cae el que apenas ha oído hablar de estas cosas. Pero tú mantente firme en el Señor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario