miércoles, 25 de abril de 2012

Estudio Bíblico: Libro de los Hechos de los Apóstoles Capitulo 7


El capítulo 7 del libro de los Hechos de los Apóstoles es particularmente interesante, aunque largo en su construcción tiene solo dos aspectos que quisiera destacar:
·         La importancia de tener DOCTRINA para poder ejercer la vida espiritual. Esta ha sido una constante exhortación que les he hecho en diversas ocasiones. Siempre les he dicho hay que conocer las promesas de Dios para poder pedirle que nos las conceda. La doctrina es la base sobre la cual construimos el edificio de la fe. De acuerdo a la solidez de esas bases será la resistencia de todo el edificio. Esto es lo que nos narra el diácono Esteban que al ser llevado ante la corte se defiende (cumpliendo la promesa que Dios le había dado –y que es también para nosotros cuando la pedimos- que el Espíritu pondrá palabras en tu boca a las que no podrá hacer frente ningún adversario) Hace todo un recuento de la historia de la salvación desde Abraham el padre de la fe y en quien son bendecidos todos los pueblos de la tierra –incluyéndonos nosotros- y pasando por todos los profetas y reyes de la historia del pueblo de Israel presenta Jesús como el Mesías, el enviado y la razón por la cual él estaba predicando. Nótese el parecido en algunos momentos del relato con la historia de Jesús; injustamente condenado, torturado y en el momento de morir ora por sus verdugos con las mismas palabras: “Dios, no les tengas en cuenta este pecado”.
·         En segundo lugar quiero que logren descubrir el sentido implícito que tiene todo este relato y es que a medida que Esteban iba narrando lo sucedido, confirmaba que todo se había cumplido. Esto lo que nos revela es que la palabra de Dios tiene que cumplirse a plenitud, pues él es perfecto y que no solo se cumple en el sentido de los hechos narrados históricamente; sino que de igual manera todas las promesas hechas por Dios desde siempre y para siempre también alcanzan su cumplimiento en Cristo Jesús; por eso para ti y para mi vienen tiempos de cumplimiento de promesas. Busca las promesas que necesitas que Dios te cumpla; ese es un modo de oración más perfecto. Cuando tienes una necesidad específica, buscas en la palabra de Dios (doctrina) un episodio en el cual Dios haya hecho lo mismo que tu necesitas y reclamas en tu nombre para ti el cumplimento de esa misma promesa; pues recuerda que así mismo como lo pronunció Esteban al hablar de Abraham, quien es nuestro padre en la fe, que en él también estaríamos nosotros bendecidos.

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