En este
día la reflexión del capítulo 5 de Hechos de los apóstoles nos ofrece estos
elementos para pensar:
·
El relato del pecado de Ananías y Safira, su esposa, contrasta con
el de Bernabé que leíamos el día de ayer. Lo que se resalta de este episodio no
es el hecho que temer que el Señor nos va a matar si no le cumplimos; sino que
entendamos que desde que iniciamos este proceso lo estamos haciendo delante de
Dios, no de los hombres, por eso cuando ustedes me obedecen a lo que Dios les
dice por mi boca, no me obedecen a mí, sino a él; por lo que no me tienen que
agradar a mí sino a él y no tienen que pactar conmigo sino con él. Entiendan
que lo que pasa acá no tiene que ver conmigo, sino con Jesús; esto también se
ratifica con la exhortación que hace Gamaliel cuando previene a las autoridades
judías con un argumento muy valioso: “Si este asunto es cosa de los hombres,
pasará; pero si es cosa de Dios, no podrán ustedes vencerlos” Hoy mi pregunta a
ti es: ¿De quién crees que esto es obra? ¿De mí?, ¿De mi discurso teológico, o
psicológico?, ¿De mis habilidades como líder? Si esto es lo que piensas,
entonces prepárate para que no dure mucho tu entusiasmo, quizás hasta que
encuentres otro que hable mejor que yo; pero si estás convencido que esto que
ha iniciado es de Dios, ¿entonces por qué no te comportas a la altura? ¿Cómo? =
Obedeciendo lo que él te dice a través de mi, asistiendo a su encuentro,
perfeccionándote cada día más en la oración personal, en el cambio de actitud,
confiando más en él; en fin CAMINANDO y no quedándote estancado en lo que tanto
te ha hecho sufrir en la vida pero que ahora que se te dan otras alternativas
pareces no querer cambiar. Recuerda cómo termina esa exhortación de Gamaliel:
“No se vayan a encontrar luchando contra Dios” Versículos 38-39.
Dios
promete grandes cosas para ti y para los tuyos, esto lo inferimos de las
narraciones que nos describen los milagros y prodigios que los apóstoles
hicieron entre la gente y dice que tan solo con que la sombra de Pedro tocara a
los enfermos, quedaban sanos. ¿Cuándo llegará el momento en que solo con tu
pasar por el lado de los tuyos ellos queden sanos de las experiencias de dolor
que hoy viven?.
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