lunes, 23 de abril de 2012

Explicación Logotipo de la Comunidad


Todas las agrupaciones o entidades que se quieren representar en lo social y desean dar a conocer, a manera de síntesis, los objetivos de su trabajo recurren a la creación de un logotipo que suele ser una imagen sencilla pero capaz de transmitir los valores y cualidades propias del trabajo que se realiza en dicha empresa.
La Comunidad El Discipulado tiene un logotipo que refleja el espíritu propio de la tarea que nos proponemos realizar. Estos son los elementos que lo conforman:
Resalta en primer lugar la imagen de Jesús en el centro para recordarnos que todo nuestro trabajo tiene su fuente y su razón de ser en la experiencia que como cristianos somos llamados a vivir en su ejemplo de vida que está consignado en las Sagradas Escrituras y que nos plantea la propuesta de ser “hombres y mujeres nuevos”, por eso esta imagen está a color, en contraposición a las otras imágenes en blanco y negro que representan diversas situaciones de la vida cotidiana, pero que solo cuando se centran en la persona del maestro podrán adquirir el color que es típico de las actitudes de vida positivas. Él es quien nos hace el llamado: Ven y Sígueme…
En la parte superior tenemos unas manos entrelazadas que significan el cumplimiento del mandato de Jesús de amarnos mutuamente, pero no como la expresión de un sentimiento soportado en las palabras, sino como una actitud que nos compromete a caminar de la mano de nuestros hermanos de comunidad para ayudarnos mutuamente en todos los aspectos de la vida.
Girando a la derecha, encontramos unos oídos atentos. La escucha de la palabra de Dios es condición necesaria para poder alcanzar la plenitud del trabajo a realizar. Tratamos de no solo escuchar a los hombres (a través de los cuales Dios también habla), sino y ante todo a Dios que nos habla a través de nuestros mismos hermanos.
Luego encontramos unos labios que hablan. Para eso nos fueron dados, para hablar, para aconsejar, para liberarnos de nuestros temores y ansiedades, para profetizar. Seremos maduros cuando aprendamos a usar convenientemente este recurso maravilloso de poder comunicarnos entre nosotros mismos.
Los dos siguientes íconos representan el culmen de nuestra experiencia de fe: La Eucaristía; en ella encontraremos la fuerza necesaria y suficiente para mantener la unidad y para resolver convenientemente nuestras dificultades. El Señor será nuestro alimento.
A continuación la imagen nos refiere la fortaleza y la confianza que nos da el sabernos confortados por él en medio de las pruebas y dificultades de la vida. La imposición de las manos tiene su fuente en las prácticas espirituales que buscan comunicar la fuerza de Dios a quien lo va necesitando. Mutuamente compartimos la misión de orar unos por otros y compartir nuestra fe para crecer juntos.
El último ícono representa “el caminar sobre las aguas”, ese es el culmen de todo nuestro proceso, poder asumir otra manera y otra actitud de ver la vida. Descubrir la fuerza sobre-natural que nos viene de lo alto para ayudarnos a vivir mejor, a estar por encima de los problemas, a vivir diferente del resto de los que no tienen esperanza o que simplemente están alejados de la fuente de vida que es Jesús.
Todo esto redunda en la experiencia de Hombre y Mujeres Nuevos que están aprendiendo a: “VIVIR MEJOR” como es el deseo de Dios también para ti.
En la parte inferior está el logo de la Fundación La Divina Misericordia que es una entidad jurídica que ampara nuestra obra espiritual.
Bienvenido.
Pbro. Jorge A. Jiménez H.