miércoles, 25 de abril de 2012

Estudio Bíblico: Libro de los Hechos de los Apóstoles Capitulo 2


Este capítulo inicia marcando la característica de la unidad para lograr la experiencia de la transformación personal. Como fruto de estar unidos, es que se da la presencia del Espíritu de Dios y su particular manifestación: “como lenguas de fuego” que producen algo especial: “todos comienzan a hablar en otras lenguas”. Esto es una experiencia maravillosa que significa, si nos referimos al tema de hablar otra lengua, que no se trata como tal de expresarnos en un idioma desconocido ya que eso no nos hará de suyo mejores; sino más bien en “hablar de otra forma”. Me explico: si tu lenguaje suele ser de fracaso, de derrota, de maldición, de depresión, de banalidades, de malestar; sea ahora cambiado, por la experiencia de acabas de vivir a un lenguaje de: esperanza, de fe, de gozo, de sentido de vida, de fraternidad; o sea que la gente que comúnmente te reconocía por una particular manera de ser y de hablar, ahora se sorprendan de pensar qué pudo haber pasado en ti. Ese es el gran milagro de pascua. El que los otros puedan ver tu transformación.
En el versículo 6 encontramos otra gran enseñanza, dice: “La gente no sabía que pensar, porque cada uno oía a los creyentes hablar en su propia lengua” Esto quiere decir que los otros se admirarán cuando tú les hables en su lengua, no en la tuya. Me explico: Casi siempre nosotros le pedimos al Señor que por favor cambié al otro; pero no intentamos cambiar nosotros, para que el otro simplemente nos entienda cuando le hablamos, porque así nuestro lenguaje les será comprensible. También sabemos que inicia por el habla pero involucra luego el actuar distinto a como estamos acostumbrados.
El versículo 13 nos prepara para algo que tal vez algunos ya están experimentando: La burla, el rechazo, la marginación, porque estás hablando de cosas distintas a las que habitualmente hablabas. Los otros te pueden empezar a señalar como tonto (a), como ingenuo o simplemente como iluso; tú en cambio te estás dando cuenta que se cumplen todas las palabras que en la biblia el Señor te está anunciando. Alégrate, porque así como se cumplen estas sentencias, quiere decir que también se cumplirán las bendiciones descritas para ti. Sostente en la decisión y no juzgues a los otros, total tú ya no eres de ellos. No descanses en la actitud de la oración y hallarás en el Señor la salvación hasta de esta situación (versículo 21)
En el versículo 38 está el resumen del camino que nosotros hemos iniciado: “vuélvanse a Dios y bautícense” este es el inicio de toda bendición que no solo te alcanzará a ti, sino a tus hijos. Y en el versículo 40 nos da una clave importantísima para este proceso: “Apártense de esta gente perversa” En los talleres que suelo realizar para apoyar nuestro cambio de mentalidad es común que me escuchen decir esto: “Si usted se quiere enfermar de gripa, júntese con gente que esté enferma de gripa” ¿Con quién te juntas tu?, ¿Quiénes son tus amigos?, ¿de qué hablan?, ¿Qué hacen? Tal vez ahí está la fuente de tus actitudes, las estás repitiendo, las has asimilado, “Apártense de esa gente perversa” Lo dice el Señor, no yo. Rodéate de la gente que tenga lo que tú quieres conseguir y te será más fácil.
La parte final del capítulo, del versículo 43 al 47 nos da las características de lo que vive una COMUNIDAD de fe: “Estaban unidos, compartían TODO lo que tenían entre sí… Todos los días (oración personal) se reunían y partían el pan (eucaristía) y el Señor, por esta actitud, hacía muchos milagros y señales entre ellos, además que él mismo añadía cada día el número de los que iba llamando a la salvación.

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