martes, 24 de abril de 2012

Misericordia y Justicia - Segunda Parte -

Reflexión Eucaristía Sábado 21 de Abril de 2012 


La Biblia dice: “Buscad el reino de Dios y su Justicia y todo lo demás se dará por añadidura” Nosotros normalmente venimos a Dios para que nos conceda lo que él ofrece añadido, nosotros queremos la añadidura, pero no queremos el reino ni su justicia. Pero estas cosas serán añadidas a quienes buscan su reino y su justicia. Si me interesa su reino y busco su reino y busco su justicia, las cosas son añadidas. No dice busquen el reino de Dios y su misericordia, ni el reino de Dios y su gracia, ni el reino de Dios y su favor, dice: el reino de Dios y su justicia. Dios es un Dios justo.
V. 21: “Este pueblo he creado para mí” ¿Para quién fuimos creados? ¿Entonces para quién tengo que vivir? Para Dios. Pero a veces queremos que Dios viva para nosotros, y nosotros no vivimos para el Señor. Dice: “Mis alabanzas publicará”, quizá tu estas en la época en la que acabas de conocer al Señor y tal vez te cuesta un poquito eso de que se aplauda para cantar, levantar las manos para adorar, pero fuimos creados para eso. Todo es justicia. Por ejemplo: cuando habla del reino de Dios y su justicia y las cosas serán añadidas, dice: “¿Por qué te afanas por qué habrás de comer o qué habrás de vestir? ¿Acaso no vale más la vida que la comida? ¿Quién da la vida? = Dios, entonces también va a dar la comida; tranquilos. Y “¿No es más el cuerpo que el vestido? ¿Quién nos dio el cuerpo? = Dios; ¿Quién nos va a dar el vestido?
Dios me dio la vida, y el cuerpo. Son dos cosas distintas. Nosotros tenemos la vida dentro del cuerpo, mientras estamos acá; pero la vida sigue cuando nuestro cuerpo ya no esté acá. Dejamos el cuerpo, pero vamos con el Señor.
¿Si él me dio la vida, para quién la tengo que vivir? = ¿Eso es misericordia o justicia? = Es justicia, eso es justo; si Dios me da la vida, tengo que vivir para el Señor; y también si Dios me dio el cuerpo ¿a quién se lo consagro?
Justicia = quiere que seamos justos, Dios. ¿Quién de ustedes quisiera que sus hijos sean justos? Sigue: “Y no me invocaste a mí, sino que de mí te cansaste, oh Israel, no me trajiste a mí los animales de tus holocaustos, ni a mí me honraste con tus sacrificios, no te hice servir con ofrenda ni te hice fatigar con incienso, no compraste para mí caña aromática por dinero, ni me saciaste con la grosura de tus sacrificios; sino pusiste sobre mí la carga de tus pecados” (Eso se lo ponemos a Dios con placer) “Me fatigaste con tus maldades” Jesús se fatigó. Y dice: “Yo, yo soy el que borra tus rebeliones por amor de mí mismo y no me acordaré de tus pecados”
Cuanto pecado he cometido, el Señor lo borró, lo echó al fondo del mar, nunca más se acuerda de él y soy libre de todos ellos.
Dice acá: “Me cargaste”, Jesús cuando cargó la cruz del calvario, no le pesó tanto el madero como los pecados que iban sobre él. Y dice: “Me fatigaste”. Quiero ilustrar esto: cuando Jesús iba caminando con la cruz, iba (gemir) fatigado por mis pecados, y dice él: “Pero no han sido justos conmigo”, “no me han traído ni siquiera una caña aromática”, “un poquito de incienso” Es tiempo de hacerle justicia a Dios. Es tiempo que su pueblo sea justo con él. Es tiempo que le regresemos todo lo bueno que él nos ha dado y que no le traigamos solo lo malo a él, es tiempo de traerle lo bueno. ¿Cuántos creen que es tiempo de eso? ¿Cuánto tiempo nos cansamos vs cuánto tiempo cantamos y adoramos al Señor? Hay que alabar su nombre, hay que bendecirlo todos los días de nuestra vida.
Mt 11, 28: “Venid a mi todos los que estáis trabajados y cargados (¿Cuántos sienten alguna carga hoy?) Y yo os haré ¿qué? = Descansar. Para que Jesús nos provea de descanso tenemos primero que estar cansados. O sea para tener el honor de estar en los brazos del Señor descansando primero tuvimos que habernos cansado de algo, así que tu cansancio anuncia el honor que tendrás de descansar en los brazos del Señor, pronto. No me refiero a irte ya con el Señor. Dice "llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí que soy manso y humilde de corazón y hallaréis descanso para vuestras almas, porque mi yugo es ¿qué? = fácil y ¿ligera mi? = Carga".
El yugo es fácil y su carga ligera. Ahora digan todos: Intercambio La ley de intercambio rige todas las escrituras. Si tú haces, yo hago; si tú no haces, yo no hago. ¿Cuál es el problema de la injusticia? Que todos queremos que Dios haga, pero nosotros no hacemos. La oración del justo puede ¿qué? = mucho, pero no dice los buenos deseos, el solo pensarlo; sino ¿hay qué? = Orar. La oración del justo ¿cuánto puede? = Mucho y la del injusto ¿cuánto podrá? = Nada. Por lo tanto hay que practicar justicia para que mi oración sea efectiva. Si yo practico justicia a la hora de orar soy efectivo en lo que oro. Pero atención a esto: Dice la palabra del Señor: “Vengan a mí los que están cargados” y nosotros creo que hemos cometido un error, los predicadores porque le hemos enseñado a la gente a traer al Señor solo las cargas. Está bien, puede traerlas, puedes venir al altar y dejar tus cargas allí, perfecto. Pero te tienes que llevar algo. Y ¿qué es lo que me llevo? = La de él. El que quiera dejar de estar cargado tiene que hacer un intercambio de cargas. No es: le traje la carga al Señor y ya; y él: eh, eh, eh, y ¿qué te vas a llevar? = Nada, yo ya te traje la carga. No, ahora te vas a llevar la mía, porque lo único que hace que tus cargas personales, familiares, económicas, relacionales, ministeriales, cualquier carga que puedas tener; esa carga se aliviana si yo intercambio la carga, el peso. O sea digo: “Señor, aquí está mi carga” y Jesús te dice: “Y aquí está la mía” ¿Cómo así? Es que la mía es ligera y mi yugo es fácil; el yugo que tú tienes no es fácil y la carga que tú llevas no es ligera. Yo me voy a quedar con las pesadas, pero tú te llevas las ligeras. Yo me quedo con lo difícil pero tú te llevas lo fácil.
Cuando nosotros empezamos a vivir para el reino, para que otro conozca al Señor, para que alguien más sea sano, para que alguien más sea restaurado, para que el reino se exprese, para que las cargas de Jesús encuentren otros hombros, entonces Jesús toma las tuyas y la que te da es liviana. Y yo quiero terminar con mis cargas, pero no llevar las de él. Yo ya hice el intercambio de mis cargas con las de él, por eso es fácil sacar adelante proyectos como este que para muchos es tarea imposible. Tú no puedes dejar de estar cargado sin cargarte, solo tienes que venir hoy a cambiar tu carga con el Señor. Pero si tu hoy dijeras: “Señor, yo me llevo tu carga; hoy mismo en la tarde, mañana, yo le empiezo a hablar a alguien de ti, Señor, porque esa es tu carga; es la humanidad. Yo empiezo a orar por alguien que está necesitado, le voy a ofrecer consuelo al que no lo tenga, voy a hacer el trabajo que tú quieres que yo haga, mira: vas a pasar tan concentrado si dejas que el reino te absorba que no vas a sentir tus cargas porque él ya se las llevó. ¿Cuántos quieren intercambiar cargas hoy?
Pero es intercambiar, no creas que solo vas a dejar acá la tuya y te le vas a escabullir: Señor, mi carga es muy pesada y la tuya es ligera, mi yugo es difícil y el tuyo es fácil; te doy lo mío, tomo lo tuyo. Amén. Eso es Justicia.
¿Qué es lo que estoy tratando de enseñar con todos estos pasajes? Es justicia. Por misericordia tú vienes y le dices: Señor, ten misericordia, acá está mi carga y Dios te dice: “Muy bien, tendré misericordia contigo, pero se justo; llévate la mía”. No tenemos ni idea de lo que habrá de venirnos a causa de la justicia de Dios. Seamos justos con él, que él tiene misericordia de nosotros. Cuando nosotros tenemos misericordia de alguien, él es justo con nosotros. Misericordia y justicia sufren una transacción entre ellas todo el tiempo; yo tengo misericordia, él es justo; él es misericordioso conmigo, yo debo ser justo con él. Entiendes: Viene la misericordia, va la justicia; viene la justicia, va la misericordia. Así tenemos que ser con nuestro Señor.
¿No crees que sea justo? “Dios me ha dado de comer, voy a ser justo; voy a traer comida para el que no tiene”, “invertir tu dinero en una obra social; Dios me ha dado, voy a ayudar a quienes no tienen” Es justicia. Uno de los profetas decía: “Solo estás cosas demanda el Señor; que hagan justicia, que tengan misericordia y que hablen verdad” Creo que es tiempo que la Iglesia del Señor madure y en vez de pedir misericordia por todo, empecemos a brindar justicia.
Heb 6, 10: “Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra No importa qué hayas hecho, Dios no es injusto para olvidarse de ello. Si por alguna razón, en algún momento dejaste de servir, o está en pausa tu ministerio, déjame decirte que cualquier cosa que hayas hecho para el Señor, Dios no es injusto para olvidarse de ella. Lo que hayas hecho, cuando lo hayas hecho. Y dice: Él no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún, pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el fin para plena certeza de la esperanza, a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas; porque cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no pudiendo jurar por otro mayor, juró por sí mismo, diciendo: de cierto te bendeciré con abundancia y te multiplicaré grandemente ¿Saben por qué lo va a hacer? = Porque ¿Qué es él? = Justo, y ha dicho: “He jurado bendecirte con abundancia y multiplicarte y la razón es que yo no soy injusto para olvidarme de una sola cosa que hayas hecho por mi obra".
Busca el reino de Dios y su ¿qué? = Justicia, y lo demás será ¿qué? = añadido. Viene la añadidura, pronto la vas a ver.
Prov 22, 4: “Riquezas, honra y vida, son la remuneración de la humildad y del temor de Dios” El que teme a Dios y es verdaderamente humilde tendrá riquezas, honor y vida. Lo que Dios está diciendo es que te dará riquezas de forma honorable sin que pierdas la vida. A veces queremos riqueza perdiendo la salud, esa no es la que viene de Dios; riquezas de forma deshonesta, esa no es la que viene de Dios; la riqueza que viene de Dios es la riqueza que se hace de forma honesta y que por ella no perdemos la vida. Esa es una recompensa del temor de Dios y de la humildad. Digan conmigo: Remuneración ¿Una recompensa se da por misericordia o se da por justicia?
Dt 28, 1ss: “Acontecerá que si oyeres atentamente la voz del Señor, tu Dios, para poner y guardar por obra todos sus mandamientos, que yo te prescribo hoy; también el Señor tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra y vendrán sobre ti todas estas bendiciones y te alcanzarán y si oyeres la voz del Señor, tu Dios bendito serás en la ciudad y en el campo” Ojo: “Si oyeres atentamente la voz de Dios” escucha la palabra de Dios atentamente. “Bendito serás tú en la ciudad y bendito tú en el campo, bendito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, el fruto de tus bestias, la cría de tus vacas, los rebaños de tus ovejas, benditas serán tu canasta y tu artesa de amasar, bendito serás tú en tu entrar y bendito en tu salir; Dios derrotará a tus enemigos que se levantaren contra ti, por un camino saldrán contra ti y por siete caminos huirán de delante de ti; el Señor te enviará tu bendición sobre tus graneros y sobre todo aquello en que pusieres tu mano y te bendecirá en la tierra que el Señor, tu Dios, te da. Te confirmará el Señor por pueblo santo, suyo, como te lo ha jurado cuando guardareis los mandamientos del Señor, tu Dios y anduvieres en sus caminos; y verán todos los pueblos de la tierra que el nombre del Señor es invocado sobre ti y te temerán y te hará el Señor sobreabundar en bienes, el en fruto de tu vientre, en el fruto de tus bestias, en el fruto de tu tierra, en el país que el Señor ha jurado a tus padres, que te había de dar. Te abrirá el Señor su buen tesoro del cielo para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo y para bendecir toda obra de tus manos y prestarás a muchas naciones y tú no pedirás prestado ¿Cómo les parece?
Prestarás, pero no tomarás ¿qué? = Prestado. ¿De qué lado queremos estar: del que pide prestado o del que da prestado? Sigue:Te pondrá el Señor por cabeza y no por cola; estarás encima solamente y no estarás debajo. Si obedecieres los mandamientos del Señor, tu Dios, que yo te ordeno hoy para que los guardes y cumplas y si no te apartares de todas las palabras que yo te mando hoy ni a diestra ni a siniestra para ir tras dioses ajenos y servirles” Dios quiere bendecirte.
Las bendiciones de Dios me alcanzarán por justicia. Si tú haces lo que él dice, tú recibes lo que él ofrece. ¿Amén?
Dios nos ofrece tantas bendiciones, pero Dios sería un Dios injusto si no ofreciera la otra parte: verso 15: “Pero acontecerá si no oyeres la voz del Señor, tu Dios, para procurar cumplir todos sus mandamientos y sus estatutos que yo te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas las maldiciones y te alcanzarán Te andan buscando las bendiciones y te andan buscando las ¿qué? = Maldiciones. Si tú eres justo y haces lo que Dios hace, te agarran las bendiciones; si no lo haces te agarran las maldiciones. Y Dios permanece ¿qué? = Justo.
La justicia de Dios es de lo más hermoso que Dios tiene; es tan confiable un Dios justo. Sé qué esperar de él y sé qué no esperar de él. Y dice la escritura acá: Maldito será tú en la ciudad y maldito en el campo, maldita tu canasta y tu artesa de amasar, maldito el fruto de tu vientre y el fruto de tu tierra, la cría de tus vacas, los rebaños de sus ovejas, maldito serás en tu entrar y maldito en tu salir y el Señor enviará contra ti la maldición quebranto y asombro en todo cuanto pusieres mano e hicieres hasta que seas destruido y perezcas pronto a causa de la maldad de tus obras por las cuales me habrás dejado. El Señor traerá sobre ti mortandad hasta que te consuma de la tierra en la cual entras para tomar posesión de ella. El Señor te herirá de tisis, de fiebre, de inflamación y de ardor; con sequía, con calamidad repentina y con añublo (eso no sé qué es, pero debe ser horrible porque ni lo entiendo) y te perseguirán hasta que perezcas (si las que entiendo están malas, esta debe ser malévola) y lo ídolos que están sobre tu cabeza serán de bronce y la tierra que está debajo de ti será de hierro. Dará el Señor por lluvia a tu tierra polvo y ceniza, de los cielos descenderán sobre ti hasta que perezcas. El Señor te entregará derrotado delante de tus enemigos; por un camino saldrás contra ellos y por siete caminos huirás de delante de ellos y serás vejado por todos los reinos de la tierra Y hay más que mejor ni les leo.
Justicia: lo bueno y lo malo. Pero si buscamos su reino y su justicia, las demás cosas serán ¿qué? = añadidas.
Mal. 3, 7: “Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis leyes (lo que dice Deuteronomio) y no las guardasteis. Volveos a mí y yo me volveré a vosotros ha dicho el Señor; más dijiste: ¿en qué hemos de volvernos?
Regresemos al versículo 6: “Porque Yo, el Señor, no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos ¿Eso es por misericordia o por justicia? = Misericordia, porque tenían que haber sido hasta consumidos, pero como respondemos a la misericordia, ¿con qué? = Con justicia. El ha tenido misericordia de nosotros, por eso no hemos sido consumidos, de lo contrario ya ni existiríamos. Todos nuestros actos deben de ser ¿de qué? = de justicia. Cuando el Señor dice:Honra padre y madre para que te vaya bien y seas de larga vida sobre la tierra, es porque es justo; la que nos llevó en su vientre, la que nos dio a luz, la que nos cuidó la fiebre, la que nos limpió los pañales, nuestros padres que nos tuvieron paciencia, que se esforzaron, se enfermaron muchas veces en su afán por trabajar y darnos de comer, es justo que reciban nuestra ayuda económica para que puedan sobrevivir. Honra a tus padres y bendícelos todo el tiempo. ¿Cuál es el problema? = Quiero las bendiciones de Dios, pero no soy justo con él. No puedo yo pedirle a Dios que me siga bendiciendo si soy injusto con él. ¿Cuántos vamos a ser justos con el Señor?, Y ¿Misericordiosos con la gente? Y ustedes van a tener esa transacción de misericordia y justicia siempre. Eso es vivir en el reino. ¿Amén?
Señor, gracias por tu misericordia y tu justicia; haré justicia, tendré misericordia y las señales tuyas y las bendiciones me van a alcanzar. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario