sábado, 19 de mayo de 2012

NOVENA AL ESPIRITU SANTO - PRIMER DIA -

HIMNO

(Para todos los días)
Ven, Espíritu Divino, manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma, divina luz y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre, si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado, cuando no envías tu aliento.

Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo,
lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones, según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia, dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.

ORACIÓN INICIAL DIARIA

Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor.
Envía tu Espíritu, Señor, y serán renovadas todas las cosas.
Oh, Dios, que con la luz del Espíritu Santo iluminas los corazones de tus fieles, concédenos, que guiados por el mismo Espíritu, disfrutemos de lo que es bueno y nos gocemos con su consuelo celestial. Por nuestro Señor Jesucristo que contigo y el Espíritu Santo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén
DÍA PRIMERO

LECTURA BIBLICA Gálatas 5,16.22-25
“Andad según el Espíritu y no realicéis los deseos de la carne. El fruto del Espíritu es: amor, alegría, paz, comprensión, servicialidad, bondad, lealtad, amabilidad, dominio de sí. Si vivimos por el Espíritu, marchemos tras el Espíritu”

REFLEXIÓN
¿Cuáles son los siete dones que trae el Espíritu Santo?

El profeta Isaías anunció que el Espíritu Santo de Dios traería a quien le es fiel, siete preciosos regalos o dones (Is 11, 2)
Reflexionemos hoy sobre el don de la Sabiduría:

Es un gusto especial por todo lo que es espiritual, por todo lo que se refiere a Dios.
Abarcando a todos los otros dones, como la caridad abraza a todas las otras virtudes, la Sabiduría es el más perfecto de los dones. De la Sabiduría está escrito: “Todo lo bueno vino a mí con Ella, y riquezas innumerables me llegaron a través de sus manos”. Es el don de la Sabiduría el que fortalece nuestra fe, fortifica la esperanza, perfecciona la caridad y promueve la práctica de la virtud en el más alto grado. La Sabiduría ilumina la mente para discernir y apreciar las cosas de Dios, ante las cuales los gozos de la tierra pierden su sabor, mientras la Cruz de Cristo produce una divina dulzura, de acuerdo a las palabras del Salvador: “Toma tu cruz y sígueme, porque mi yugo es dulce y mi carga ligera”.

ORACIÓN
Ven, Oh Espíritu de Sabiduría y revela a mi alma los misterios de las cosas celestiales, su enorme grandeza, poder y belleza. Enséñame a amarlas sobre todo y por encima de todos los gozos pasajeros y las satisfacciones de la tierra. Ayúdame a conseguirlas y a poseerlas para siempre. Amén.
Padrenuestro, Ave María y Gloria.

(Pedir la gracia que se necesite)
PRECES

Bendigamos a Dios Padre, que con tanta generosidad ha derramado los dones del Espíritu sobre todos los pueblos, y pidámosle que no cese nunca de derramar su gracia sobre el mundo digamos:
Que la gracia del Espíritu Santo abunde, Señor, en todo el mundo.

Señor, que nos has dado a tu Elegido como luz de los pueblos:
- abre los ojos de los ciegos y libra de toda esclavitud a los que viven en tinieblas.
Tú, que ungiste a Cristo con la fuerza del Espíritu Santo para que realizara la salvación de los hombres:
- haz que sintamos cómo pasa de nuevo por el mundo haciendo el bien y curando a todos.
Envía tu Espíritu, luz de los corazones:
- para que confirme en la fe a los que viven en medio de incertidumbres y dudas.
Envía tu Espíritu, solaz en el trabajo:
- para que reconforte a los que se sienten fatigados y desanimados.
Realiza la esperanza de los que ya han muerto:
- y haz que cuando venga el Señor obtengan una resurrección gloriosa.

ANTÍFONA FINAL
No os dejaré huérfanos, aleluya; voy y vengo a vosotros, aleluya; y se alegrará vuestro corazón, aleluya, aleluya.


ORACION FINAL
¡Oh Dios, que por la glorificación de Jesucristo y la venida del Espíritu Santo nos has abierto las puertas de tu reino!, haz que la recepción de dones tan grandes nos mueva a dedicarnos con mayor empeño a tu servicio y a vivir con mayor plenitud las riquezas de nuestra fe. Por Jesucristo Nuestro Señor.

Que la bendición de Dios Todopoderoso los acompañe en este día: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén

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